Más allá del tiempo y de la memoria en una tierra lejana y distante con el sol acunando las noches y la luna alumbrando los días en pena cantaba un mago, a las estrellas mientras tocaba con melancolía su arpa y dejaba sus sueños volar, en medio de las risas de las hadas el fuego acariciaba su blanca barba y el hielo besaba sus mejillas el mago reía, mientras por dentro lloraba. los animales cantaban, el mago tocaba los árboles danzaban en la penumbra en esa noche de diamante clara y serena como un cristal transparente el mar se unía también, acompañando con sus trémulas olas a la improvisada orquesta y el sol en la plenitud del firmamento contemplaba, con envidia como se llevaba a cabo la función una mujer apareció de la nada vestida con un traje de negra tela y un sombrero de pálido azul en el cual la tristeza y la esperanza jugaban tiernamente abrazando a la soledad, que estaba porfiando consigo misma Y el mago alzó su voz lloró, su corazón cantó desde lo más profundo de su ser los muertos en sus tumbas se unieron a su dolor la tierra temblaba, estaba triste el cielo se cayó a pedazos y las estrellas bajaron, a consolarle las lágrimas del mago eran como perlas negras, como la noche como arena en las manos de los difuntos La Dama de Negro habló le explicó que su tiempo había llegado y que tendría que venir con ella, a andar el camino eterno ese camino sin principio ni final mientras el mago escuchaba los recuerdos de su vida se presentaron frente a ellos el valor, como una espada de fuego la esperanza, como una paloma de cristal el odio, como una daga pequeña y letal y por último, el amor apareció como un cáliz, en el cual la sangre se mezclaba con el dolor. Y el mago convidó a la Dama a una última copa, como en esa ocasión antes de que el tiempo naciese y que el universo fuese formado La Dama aceptó y ambos bebieron del vino triste entonces, el mago la besó y susurró un conjuro ante el silencio que selló sus palabras en un libro escrito con ilegibles pero bellos en una lengua desconocida y todo llegó a su final, para comenzar una vez más By: Aioria |
domingo, febrero 19, 2006
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