El día comienza con un estruendo Ráfagas de fuego vuelan por los cielos En medio de la guerra Un hombre se mantiene Lamentos a su alrededor escucha Y su cabello se eriza al silbar de los proyectiles Cañones resuenan a lo lejos La sangre está por todas partes Mientras él dispara su fusil Y los muertos pavimentan el piso. Pelea una batalla que no es suya Ni siquiera defiende la tierra que le vio nacer No sabe la razón de su lucha, sólo sabe que no tiene que morir De pronto Una bomba estalla cerca Y pierde el conocimiento. Los recuerdos asaltan su mente, ve a su madre Llorar porque se enroló en la armada Ahora, la viejecita durmió y él sigue solo También se ve jugando con sus hijos en una verde pradera Y besando a su fiel esposa Ahora, está en el fragor de la lucha Esperando a un destino incierto Le costó tanto llegar hasta aquí No puede perderlo tan fácilmente. Se incorpora, jadeando rápidamente Y ve a su alrededor Las cosas parecen moverse muy lentamente Ve a su mejor amigo caer frente a él, con la cabeza destrozada por un balazo Para su sorpresa, no siente nada Pero contempla como una sombra, pequeña y larga Se acerca al cuerpo inerte Escucha unos rezos en un idioma que no entiende Y nuevamente un frío sentimiento le recorre la base de la espalda Lo que parecen ser almas Vuelan rodeándolo Y escucha sus voces, pidiendo otra oportunidad Rogando por regresar a sus cuerpos La sombra deja ver su rostro y él se paraliza Con una mirada, las voces se apagan Sin hablar, la sombra se retira No sin antes susurrarle al oído "Volveré por ti" Despierta, con un sudor frío copándole la frente Y recuerda que hace muchos años tuvo el mismo sueño suspira, mientras escucha en la habitación una risa macabra y la misma voz le dice "Te dije que regresaría"
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martes, febrero 21, 2006
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