El Diario De Los Días Tristes: 5 de Abril

Querido diario:

Hoy, para mi sorpresa
recibí una carta
no tenía remitente
pero sé quién la escribió
estaba manchado el sobre
casi amarillento, mientras notaba el embate del tiempo
sobre su otrora blanca superficie
cubierta de polvo
entonces, decidí abrirle
casi logré escuchar un suspiro al momento en el cual
de su interior saqué una hoja de papel
algo marchita, escrita desde hacía ya mucho tiempo
no te diré lo que me confiaron los espíritus, pues ya no lo recuerdo
pero al leer esas líneas, se estremeció mi alma
estreché aquella frágil página con la misma sensación que hace mucho dejé en el olvido
con la falsa esperanza, con el deseo ahogado
con el corazón en la mano y el alma en un hilo
sí, así pasó
ahora que la memoria vuelve a mí, veo un rostro
pero está borroso, y el cielo nublado
escucho una risa traviesa, pero solamente eso
y se calla con el silencio de un nombre prohibido
perdidas en la tinta y en la letra cursiva
están las horas más felices de mi existencia, ahora recuerdos que caminan moribundos
deambulan pues, por los pasillos de mi fría mansión
mientras me ven con ojos inexpresivos y gélidos
cuando a morir se niegan, nadando entre copas de licor y cuerpos vacíos
y la campana suena, llamándome a la cita de las doce
no la conozco bien, pero sé quién es
sus labios de plata, su sonrisa de diamante
el cabello alborotado y la mirada ardiente
y el susurro de mi nombre hace eco en la nada
mientras un día más muere, anhelando nunca ser recordado
pero la vida injusta es
y las lágrimas nunca serán saciadas...

By: Aioria